Correspondencias de las Sefirot
(Anexo a Introducción a la Cábala Judía)
Como se dijo en el artículo introductorio a la cábala, cada sefirá cuenta con una serie de correspondencias que atañen a la idea de macrocosmos y microcosmos, reflejando el mundo espiritual en el mundo astral y en el físico, de manera que se identifican estrellas y planetas con partes del cuerpo humano o símbolos considerados de carácter universal.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el origen de la cábala es judío, y que ha sido a lo largo del tiempo cuando todas estas asociaciones han ido no sólo modificándose, sino añadiéndose. Se podrán ver elementos comunes a otros muchos sistemas de pensamiento, como puede ser la asociación Luna-Cáncer, o Sol-Leo, astrológicamente repetidos, y que, sin embargo, no se cumple que Escorpio tenga relación alguna con los órganos sexuales, como sí ocurre en las vinculaciones de gemología que beben del Renacimiento.
Esto se puede notar, y de hecho por ello se especifica aparte, también en las cuestiones de angelología: para la cábala tradicional judía, las sefirot se vinculaban a una orden celestial, mientras que en los sistemas cabalísticos modernos, en especial los estipulados en el S.XIX, se les asignó un ángel individual.
Las diez sefirot, organizadas en el Árbol Sefirótico o Árbol de la Vida, son las siguientes:
Kéter: la corona, la voluntad divina. Su planeta es Neptuno y no tiene signo zodiacal asignado. Se relaciona con el cráneo, la cabeza, con la figura bíblica del Mesías y con el color blanco, la ausencia de color. Su símbolo es el pensamiento.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es Hayot Ha Kodesh (Santos seres vivientes), el más alto rango angélico. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Metatrón, el escriba celestial.
Jojmá: el punto de partida, el pensamiento y el principio masculino. Su planeta es Urano y no tiene signo zodiacal asignado. Se relaciona con la parte derecha del cerebro, con las figuras bíblicas de Adán y Moisés y con el color azulado o transparente, el gris. Su símbolo es el vino o el pozo, por extraer agua de su profundidad.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Ophanim o Galgalim, traducido como las Ruedas, que giran el devenir, o las ruedas del carro celestial, como el descrito por Ezekiel; o los Tronos (o mejor dicho, los sostenedores del Trono divino). En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Raziel, el supuesto jefe de los Tronos, cuyo nombre hace referencia al "Secreto divino".
Binah: es la comprensión y el principio femenino. Su planeta es Saturno, y sus signos zodiacales son Capricornio y Acuario. Se relaciona con la parte izquierda del cerebro y con el corazón, con las figuras bíblicas de Noé, Moisés y Lía (o Lea), la primera esposa de Jacob, y su color es el azul oscuro, turquesa o verde. Su símbolo es la primera, y también un palacio. Se le llama también la cincuenteava puerta.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Erelim (los Valientes), el tercer rango de la jerarquía angélica. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Tsafkiel, "Suspiro de Dios", un ángel comunicador.
Jesed o Ghedulah: es la benevolencia, la misericordia y el amor. Su planeta es Júpiter y sus signos zodiacales son Sagitario y Piscis. Se relaciona con el brazo derecho, incluyendo la mano derecha, con las figuras bíblicas de Abraham y Aarón y con el color blanco, azul o plateado. Sus símbolos son es la mañana y el Sur.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Hashmallim (los tormentosos o los eléctricos: en definitiva, los rayos) o Shinanim, orden superior paralela a los Ophanim. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Zadquiel, "Justicia de Dios", o Hesediel "Gracia de Dios". Se identifica con el ángel anónimo que impidió en el último momento que Abraham sacrificase a su hijo.
Geburah o Din: es la valentía, el poder, el rigor, la justicia. Su planeta es Marte y sus signos zodiacales son Aries y Escorpio. Se relaciona con el brazo izquierdo, incluyendo la mano izquierda, con la figura bíblica de Isaac y con los colores rojos, negro y azul. Sus símbolos son la sangre, el atardecer y el Norte.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Serafines (los Ardientes), representados con tres pares de alas cubiertas de ojos, a veces con forma humana y otras con forma ofídea. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Camael, "Visión de Dios", o Chamuel, "Ira de Dios". Se identifica con el ángel anónimo que expulsó con su espada ardiente a Adán y Eva del Paraíso.
Tiferet o Rachamin: es la belleza, la gloria, la armonía. Su planeta (astrológico) es el Sol y su signo zodiacal es Leo. Se relaciona con el torso, con la figura bíblica de Jacob y con el color del zafiro, pero también con el rojo y el blanco, incluso el dorado, en relación a la belleza. Sus símbolos son el Cielo, el Rey Salomón y la hoja de Palma.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Malakhim (los Mensajeros). Éste es el término general en hebreo para designar a los ángeles, que pasa a su vez al griego como ἄγγελος (ággelos, leído ángelos), con el mismo significado desdoblado. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Rafael, normalmente nombrado arcángel, cuyo nombre significa Medicina de Dios. Este ángel ha sido identificado también como el ángel que tocará un instrumento para anunciar el Apocalipsis, por lo que en otros círculos se le conoce como el ángel de la muerte.
Nezach: es la eternidad, la persistencia y la victoria. Su planeta es Venus, y sus signos zodiacales son Tauro y Libra. Se relaciona con la pierna derecha, incluyendo el pie, con el personaje bíblico de Moisés y su color es el blanco rosado, pero también el verde esperanzador. Sus símbolos son el Querubín y la Fuente profética, pero también la Acción de gracias.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Elohim (los Gobernantes), término que se emplea también, así en plural, para dirigirse a Dios, por lo que algunos estudiosos consideran que se trata de un residuo de antiguo politeísmo. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Haniel, "Alegría de Dios".
Hod: es la realeza, la majestad. Su planeta es Mercurio, y sus signos zodiacales son Géminis y Virgo. Se relaciona con la pierna izquierda, incluyendo el pie, con el personaje bíblico de Aarón, y sus colores son el blanco rosado y el naranja. Sus símbolos son el Querubín y la Fuente profética, pero también la Alabanza.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Bene Elohim (los hijos de Dios o Hijos de los Gobernantes). El término como tal es controvertido, a causa de las disputas sobre la posible procreación de los ángeles, su aparición en el apócrifo de Enoc, entre otras cuestiones. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Miguel, "Quién como Dios", nombrado a menudo arcángel, líder de los ejércitos celestiales contra Satanás y responsable del pesaje de almas en el Apocalipsis.
Yessod: es el Fundamento, la causa. Su planeta (astrológico) es la Luna y sus signo astrológico es Cáncer. Se relaciona con los órganos sexuales, masculinos y femeninos, con los personajes bíblicos de Josué, Fineas (hijo de Eleazar) y Salomón, y con el color blanco rosado, el violeta. Sus símbolos son el Sábado y la paz.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Querubines (Los próximos, los cercanos, se entiende, a Dios), los segundos en los nueve coros de la angelología. Son tenidos por el trasporte de Dios, por el Carruaje de Ezequiel. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Gabriel, "Fuerza de Dios", el intermediario directo entre Dios y los humanos.
Sekinah o Malkuth: es el Reino, la Presencia, la Sefirá receptiva. Su planeta, evidentemente, es la Tierra, y por tanto no tiene signo zodiacal asignado. Se relaciona con la boca, con los personajes bíblicos de Raquel y David y con los colores negro y azul. Sus símbolos son Jerusalén, la Luna, el Arcoiris y el Océano.
Su orden angélica dentro de la cábala judía es la de los Eshim (los llameantes), normalmente paralelos a los Tronos, se consideran los más cercanos a los asuntos humanos. En la cábala heterodoxa posterior, su ángel asignado es Sandalfón, de etimología incierta, aunque lo más probable es que, desde el griego, signifique algo parecido a "hermano o compañero". También se le considera hermano de Metatrón. Si Gabriel es mensajero de Dios a los hombres, Sandalfón recoge los mensajes humanos y se los lleva a Dios.
Pietro Viktor Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
-Halevi, Z.S.
Psycologhy and Kabbalah. Weisserbooks, Boston, 1992
-Scholem, G. La cábala
y su simbolismo. SXXI ed., México 2001
-Segol, M. Word and
Image in Medieval Kabbalah. Palgrave Macmillan, NY 2012.
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