Feng Shui (II): colores y energía de los objetos
Como ya mencionamos en la primera parte, existen una serie de características que convierten a ciertos objetos en energía positiva o energía negativa dentro del hogar. Esto puede deberse a una variedad de cuestiones, tanto religiosas, supersticiosas y culturales, como a las propias "leyes" del feng shui en lo que se refiere a su energía yin o yang, su color, su peso, su volumen, etc. Aprovechando el final de año chino, tanto en Asia como en el resto del mundo mucha gente procede a hacer limpieza del hogar, y reestructurarlo, por ello este artículo tratará de exponer no sólo qué elementos se pueden considerar positivos o negativos, sino también su trasfondo.
Colores y elementos
Los colores en el Feng shui son importantes no solo por su evidente influencia psicológica - en aplicaciones como la cromoterapia-, sino también por su asociación con los elementos, que, según esta filosofía, son claves para mantener equilibrado el flujo de energías por la casa. Por supuesto, puede intentarse cuadrar la decoración y los colores según el Pa Kua y los guardianes celestiales, aunque, como podremos ver a continuación, dependiendo de la tradición, el mapa y los guardianes pueden o no coincidir en los diferentes colores y espacios. Esto no debe tomarse como motivo de desprecio o desilusión hacia el Feng Shui, al contrario, debemos percatarnos de que, como cualquier otra creencia, ha variado con el tiempo y el lugar, y las tradiciones pueden complementarse entre sí sin buscar modelos estrictos.
El elemento fuego se considera un elemento activo y positivo, remueve y renueva la energía. Sirve para la estimulación espiritual y física, atrae vitalidad y movimiento, es bueno igualmente para lo pasional y lo intelectual. Los colores del elemento fuego son principalmente en rojo y el naranja, estando este último asociado con el verano y la alegría. Ambos se consideran colores vibrantes y luminosos que, sin embargo, no deben situarse en las zonas donde se quiera descansar, ya que potenciarán lo contrario y acabarán agotando al habitante. Por ello estos colores se recomiendan para salas comunes o zonas de reuniones, salón-comedor, zonas de juego, terrazas y en ocasiones la cocina. Las entradas de las casas pueden incluir estos colores para incitar a la gente a las visitas, en especial si se esperan. El rojo además en la cultura china es un color de vida y buena suerte, así como protector frente a malas energías, motivo por el cual el Año Nuevo Chino se llena de tonos rojos y dorados, así como muchos de sus trajes tradicionales festivos son de este color.
Las zonas rojas en un Pa Kua ideal serían la zona Li y el este; sin embargo, si nos guiamos por los guardianes, la zona sería aquella que reina el Fénix Rojo, guardián del Sur.
Otros colores asociados al fuego son el rosa y el morado. El morado o violeta tiene vinculaciones espirituales y meditativas, por lo que se reserva a lugares con dichos fines, así como a espacios de creación y desarrollo psicológico. En cuanto al rosa, es considerado culturalmente un color femenino y a menudo se rechaza su uso en espacios "masculinos". Empero, sigue siendo un rojo claro y se cree que tiene las mismas propiedades, solo que un poco más aligeradas.
El elemento tierra es la estabilidad, la firmeza, el equilibrio y la tranquilidad. Los colores asociados a él tendrán los mismos efectos, y se piensa que vestir de sus colores o llevar algún objeto de elemento tierra ayuda a facilitar la readaptación tras cambios importantes. En los hogares, se recomienda que los colores de tierra, esto es, marrones, beiges, cremas y amarillos, sean utilizados en el mobiliario para potenciar la sensación de estabilidad, tanto más si dichos muebles están hechos de madera o cerámicas en lugar de plásticos y conglomerados. Muy especialmente se recomiendan los suelos de colores tierra, que normalmente son de materiales naturales como maderas o resinas, ya que potenciarían dicha estabilidad. Las salas pintadas de alguno de estos colores deben tener en cuenta que los marrones y beiges atraerán calma y recogimiento, mientras que los tonos más amarillos, en especial los brillantes, pueden estimular y provocar que la sensación de seguridad se convierta en una alarma mental que dispare otras necesidades energéticas.
En el mapa Pa Kua las zonas serían Kun y Ken, al norte y el noroeste. Según los guardianes, a la tierra le correspondería la Serpiente Amarilla, la zona central, no en vano, simbolizando el centro, la estabilidad.
Se recomienda el uso de los colores tierra en los espacios compartidos y neutrales, donde las energías deben fluir libre y tranquilamente, sin mayores implicaciones.
El elemento metal y por lo tanto los colores del oro y la plata son colores que evocan la riqueza, el sol y la luna, pero también las armas, la nieve, la disciplina. El oro se relaciona sobre todo con la riqueza, la energía y el poder, pero también puede llevar a la vanidad. Se recomienda saurom levemente en espacios donde se quiera destacar alguno de estos aspectos. En lo referente a la plata, es el más representativo del elemento metal, pero además, tiene una connotación de elegancia y serenidad. La plata se considera un elemento que puede utilizarse más ampliamente que el oro, sin miedo a caer en el engaño de las riquezas o la adulación. Además es un tono apropiado para lugares que precisen concentración, o donde vayan a realizarse estudios o meditaciones. Es igualmente u material/color que atrae buenas energías en salas comunes.
Los tonos bronceados o cobrizos no se incluyen en el elemento metal, ya que sus reflejos, rojizos o anaranjados, tienen una relación más directa con el elemento tierra.
En relación con la plata, sin embargo, sí encontramos dos colores añadidos por su similitud, el blanco y el gris. En lo que respecta al blanco, evoca la limpieza, la pureza y los espacios en blanco, vacíos, abiertos. Es un color que a nivel espiritual permite la añadidura de cualquier elemento de cualquier color. Por su parte, el gris es un color que tiene connotaciones de edad. Por ello se considera que añadirlo en la decoración o los muebles promueve el respeto, la serenidad y la profesionalidad.
Según el mapa Pa Kua, el elemento metal predominaría en Tui y Chien, este y nordeste. Si seguimos la teoría de los Guardianes celestiales, entonces tendríamos al Tigre blanco al Oeste.
El elemento agua simboliza el movimiento y la adaptabilidad. Sin embargo, los cambios a los que el mar y los ríos se someten pueden ir desde una pacífica ola en la orilla a una tormenta o salirse de los cauces. A causa de esto son dos colores los que se han asociado al elemento agua, el azul (que en realidad, como sabemos ahora, es un reflejo del cielo) y el negro. Aún así, estos colores se caracterizan por ser muy energéticos, como las aguas, y por ello son apreciados en la decoración de espacios y en la vestimenta. Los distintos tonos de azul pueden usarse para crear volúmenes y espacios que transicionen de manera fluida y serena. Este color además se considera un color equilibrado y capaz de transmitir calma y paz mental.
En cuanto al negro, es un color que se recomienda sobre todo en ciertos muebles. Es un color elegante y serio, pero también misterioso. Las aguas oscuras pueden ser por profundas o por agitadas, por ello, no se recomienda un uso exagerado del mismo, sino en detalles de mobiliario, ropa, cojines, objetos, etc, intentando que combine pero no que predomine.
Con el mapa Pa Kua, veríamos que las zonas serían Kan oeste o Kan (tardío) norte. El Norte se corresponde, además, con el guardián celestial de ese punto cardinal, la Tortuga negra.
Por último tenemos el elemento madera, cuyos tonos son los verdes, en referencia a la naturaleza, las plantas y los árboles. Este color verde se relaciona con el verdor de la primavera, y por lo tanto, con la fertilidad, la creatividad, la energía ascendente y creciente, así como con otros menesteres como la prosperidad material y espiritual. El verde es un color sinónimo de la abundancia, y sus diversos tonos son siempre fuertes y brillantes, por lo que se considera muy positivo, excepto en aquellas salas donde se deba descansar. El verde tiene una característica especial y es que puede inclinarse hacia los tonos más grises (verde musgo), hacia los tonos cálidos (verde limón) y hacia los tonos azules (verde turquesa). Estas combinaciones permiten, según los trabajadores de feng shui, canalizar el tipo de energía que más interesa para que también crezca.
Las zonas de elemento madera del Pa Kua son Chen, Sun y Li , este, sudeste y sur, respectivamente. El guardián celestial sería el Dragón verde, que se sitúa en dirección este.
Otra cuestión importante en la filosofía del Feng Shui es la luz. De nada sirve una buena combinación de colores si no entra una luz clara y potente que los manifieste. Para el Feng Shui los lugares oscuros atraen y retienen lo negativo. Siempre recomiendan que haya luz en los pasillos, trasteros y baños auxiliares, lugares que suelen ser más estrechos y cerrados, o lugares "de paso" a los que no se presta atención: se cree que por ellos la energía se escapa y la negatividad se queda en quienes pasan por ahí; ya sea mediante puertas, ventanas o luz artificial, creen que es relevante iluminar todas esas zonas, así como rincones de los hogares en los que se detecte falta de luz. Las lámparas y las velas simbolizan el fuego y por lo tanto la energía y la vida, así que estas opciones se consideran válidas para eliminar la oscuridad emocional.
Objetos de buena y mala fortuna
En lo que respecta al mobiliario y las decoraciones del hogar, el Feng Shui se caracteriza igualmente por buscar armonía con un estilo a menudo minimalista, por lo menos en cantidad, si bien el estilo más tradicional y palaciego presume de molduras y otros detalles. Empero la actualidad se deja llevar por el diseño gráfico limpio y geométrico, lo cual no es apreciado de igual manera por todos.
Puesto que hemos terminado hablando del color verde, aprovechamos para mencionar distintos objetos que tener en la casa, entre los que se incluyen las plantas. Las plantas y las flores, siempre que puedan cuidarse correctamente, atraen y generan energía positiva y de crecimiento. Al igual que el verde, no se recomienda tenerlas en las zonas de descanso, o por lo menos, en aquellos lugares donde se duerma, ya que pueden robar energía - y oxígeno, ya que por la noche invierten la absorción de carbono. Las plantas mal cuidadas, que se pudren, se secan, etc, provocarán lo contrario, bloqueando todas las energías, paralizándolas a la par de su muerte.
Las únicas plantas que no se recomiendan son los cactus. Si bien pequeños y en zonas de trabajo pueden ser positivos por la absorción de energía negativa, en general se los considera diferentes del resto de las plantas, ya que por sus pinchos y hojas afiladas evocarían conflictos y discordia entre las personas. Como no requieren mucha agua porque la retienen en el interior, son plantas con las que a menudo no se mantiene una relación continuada, y por lo tanto la energía, propia del agua también, se paraliza.
Los animales amistosos y bien cuidados siempre cargan energía positiva. Sin embargo, los restos de seres vivos, como plantas secas, fósiles, huesos, conchas o taxidermia se consideran un veneno energético, ya que rememoran constantemente la muerte. No olvidemos que en la cultura china, la muerte es un tema tabú, algo que contrasta bastante con otras culturas y sociedades donde la representación de la muerte, la exhibición de trofeos de caza, las religiones o la decoración gótica hacen constantes referencias a ella.
Los espejos tienen grandes amantes y grandes detractores. Por lo general, se entiende que los espejos reflejan y ayudan a que la energía fluya. Por ejemplo, pueden ayudar a iluminar los espacios, a hacerlos sentir más amplios, etc. Sin embargo, no se recomiendan en pasillos (porque reflejan la pared de enfrente y bloquean la supuesta energía), como tampoco en las entradas de la casa, frente a la puerta, pues se "escaparían". Tampoco en los dormitorios, pues movería una energía en realidad estanca.
Algo semejante se cree de los aparatos electrónicos, en especial aquellos que tienen pantallas. Se piensa que, si bien en funcionamiento pueden transmitir buenas o malas energías según lo que se visualice o trabaje en ellas, una vez apagadas son semejantes a los espejos, mueven energías y por lo tanto en lugares como dormitorios podrían alterar el descanso y los sueños.
En lo que se refiere a los cuadros, fotografías, pósteres o pinturas, se cree que no solamente influyen en el ánimo de las personas al visualizarlas, sino en las energías que mueven y transmiten. Por ello no se recomiendan cuadros de temáticas violentas o tristes, tampoco aquellas fotos que, por tratarse de parientes queridos fallecidos o de personas que ya no están en nuestra vida, provoquen recuerdos amargos en lugar de recuerdos bonitos. Esto está unido otra vez al pensamiento tabú chino de la muerte, y contrasta con las culturas donde el recuerdo visual de los difuntos es casi un deber.
La acumulación de objetos siempre se considera negativa, excepto cuando existe un orden notable en la misma, véase, en una colección. Esto es porque se piensa que en cada objeto se vierte una energía humana, ya sea de la impresión que se tuvo al verlo, del regalo, del gusto… Todo ello queda en el objeto y choca con el resto que lo rodea, si estos son muchos y generan energías diversas, se está creando una tormenta energética, por decirlo de alguna manera. Además, se cree que muchos de esos objetos dejarán de tener valor emocional con el tiempo, o dejarán de gustarnos, de modo que se estarían creando energías vacías o negativas. Se hace especial hincapié en zonas donde deben fluir las energías para el buen desarrollo de las tareas, por ejemplo, el salón-comedor, la sala de estudio o la cocina, en especial ésta última, pues simboliza la abundancia y la prosperidad. Pero como hemos dicho antes, esto solamente aplica siempre que los objetos acumulados estén desordenados, aunque deshacerse de objetos que ya no se aprecian siempre es positivo.
Otra cosa diferente es deshacerse de cosas viejas, que ya no se usan o que están rotas. Todo esto detienen energías, por lo que sacarlas del hogar es la forma más sencilla de acabar con ellas. Muchas personas hacen hincapié sobre todo en los relojes parados, que a menudo se conservan por haber sido regalos, pero según el Feng Shui estos también deberían o ser reparados o ser eliminados. Al menos una limpieza general al año ayuda a la purificación y la renovación.
Para evitar el aparente desorden, mucha gente guarda los objetos, los esconde, pero eso, según esta filosofía oriental, tampoco es válido, porque lo que hace es que las energías se sumen y pesen, impidiendo su propio fluir. Además, si están cerca del nivel del suelo, la tierra tomará su energía y los objetos absorberán entonces con la energía de las cosas que tengan a su alrededor y por encima. Dicen, por citar un ejemplo, que no debe almacenarse nada debajo de la cama - algo bastante común - porque hará que se tengan sueños cansados y pesadillas, debido al "peso" que se recibirá de las energías acumuladas bajo el colchón, y porque los objetos, presionados por el elemento tierra, absorberán las energías del durmiente.
En el Feng Shui se intentan evitar los ángulos y los extremos puntiagudos, pues se cree que cortan los flujos energéticos. El único ángulo considerado "positivo" es aquél que forma un triangulo o pirámide, ya que mueve las energías y las recibe, como una antena. Pero el resto de objetos angulosos no son muy apreciados, de manera que se prefiere mobiliario con bordes redondeados. Esto implica que también las esquinas de la casa y otros rincones deben rellenarse con otros objetos que anulen sus ángulos. Afecta también a aquellos diseños de campo o industriales donde las vigas de la construcción han quedado a la vista, y a la colocación de los muebles, los cuales, en concreto pensando en zonas de descanso, deben situarse paralelos a los flujos de energía y no contra éstos: dicho de otro modo, que no miren hacia las zonas de paso, como puertas o pasillos.
Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
-Álvarez, J.M.;Feng Shui: El Arte del Diseño. Creando Armonía en el Espacio y en el Tiempo. Kier, 2008
-Birdsall, G. Manual de feng shui. Guía práctica del antiguo arte de la ubicación. Inner traditions, 2000
-Povo, M. Feng Shui. Editorial RBA 2006.
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