Historia de la Alquimia (V). Alquimia China

28.12.2024

Antes de continuar con la alquimia occidental, debemos hacer un repaso a la alquimia oriental, que se dio a partir del segundo milenio antes de nuestra era. El surgimiento de la alquimia china es paralelo al del nacimiento de la alquimia en Egipto, y a menudo han surgido diversas disputas sobre si existiría alguna conexión o comunicación cultural que produjera el desarrollo del pensamiento alquímico de manera paralela en dos lugares tan distantes. Se ha postulado que la alquimia del valle del Indo (que veremos en otro artículo) y la de los caldeos fuera punto intermedio entre ambas, o que la ruta de la seda hubiera llevado ideas de uno a otro extremo.

Sea como fuere, lo cierto es que la alquimia en China no está atestiguada documentalmente en estos tiempos, si bien sí se sabe por la arqueología que el dominio y precisión en la metalurgia eran incomparables. El primer testimonio procede de un edicto imperial del S.II a.n.e., encontraremos que se castiga a quienes sean encontrados trabajando fabricando oro y cinabrio. De esto podemos deducir que la alquimia ya estaba en práctica y lo bastante extendida como para que un edicto la nombre y rechace.

De este período tenemos un texto del historiador Sseu-ma Tsi'ien, acerca de un mago de nombre Li Chao Kiun, quien le dice al emperador Wu-Ti, de Dinastía Han, unas palabras claramente relacionables con el trabajo alquímico:

<<Contribuye con sacrificios al caldero y podrás conjurar a seres sobrenaturales. Conjura a seres sobrenaturales y estarás en condiciones de convertir polvo de cinabrio en oro amarillo, A partir de ese oro amarillo podrás hacer recipientes en los que comer y beber, y de esta manera se prolongará tu vida. Al prolongar tu vida estarás en condiciones de ver a los llenos-de-dicha de la isla de P'ong lai, que se encuentra en medio del mar. Entonces podrás realizar los sacrificios del fong y en shang, y ya nunca morirás.>>

Estas palabras también marcan la principal diferencia entre la alquimia occidental y la alquimia china: los occidentales pretenden convertir el oro en cualquier otro metal, mientras que los chinos intentan convertir mediante el cinabrio los metales en oro. Igualmente en Occidente la alquimia espiritual tiene el oro por el último estadio de perfección, mientras que en China es a través del contacto e ingesta del oro que se obtiene la inmortalidad física.

Históricamente en China el cinabrio (dān 丹) - que es sulfuro de mercurio - tenía relación simbólica con la vida por el color rojizo, relacionado con la sangre. Los cadáveres, sobre todo de la nobleza, se cubrían de este metal para garantizar la vida eterna de sus espíritus. El cinabrio también debió de ingerirse como alimento de inmortalidad, tal y como atestiguan las entrañas de la llamada Dama de Tai, enterrada cerca del año 168 a.n.e.

En lo referente al oro, el oro obtenido de las minas era considerado un metal de increíbles propiedades mágicas, ya que no se oxida ni se estropea. Pero el oro verdaderamente poderoso era el oro obtenido en la alquimia, ya que en el laboratorio se purificaba el oro para que sus propiedades permitieran alcanzar la inmortalidad.

El jade también pareció ocupar un lugar importante en lo que se refería a la ingestión y los enseres cotidianos de alimentación con los mismos fines. Hay constancia del jade como piedra espiritual, como adorno y como elemento funerario, incluido en joyas o en la boca de los difuntos. En cuanto a su ingestión, se decía que el Primer Emperador de China, Qin Shi Huangdi (S.II a.n.e), bebía frecuentemente jade derretido.

Respecto de los peligros que conllevaba ingerir estos materiales, Pao zhi (炮制), los alquimistas chinos eran plenamente conscientes de ellos. Incluso cuando una dosis no se regulaba correctamente y provocaba el envenenamiento y la posterior muerte, se analizaba el olor del cadáver, la velocidad de corrupción, etc, para determinar hasta qué punto la dosis ofrecida había obtenido o no algún tipo de inmortalidad.

En el S.III a.n.e. tenemos la figura casi legendaria de Xu Fu, mago y alquimista de la Dinastía Qin. En el S. II a.n.e. aparece la figura de la alquimista Fang, la cual aprendió alquimia con las esposas del Emperador Wu de Han, y consiguió, según los registros, convertir el mercurio en plata.

Y es que durante algún tiempo las ideas de inmortalidad quedaron en segundo plano. El descubrimiento de usos metálicos y procesos químicos como la pólvora, provocó que el interés en la metalurgia y los diversos minerales se centrase más en la búsqueda de nuevos materiales de uso práctico. Este tipo de "alquimia" recibió el nombre de wai tan (外 丹, alquimia externa), y su faceta realmente alquímica fue bastante marginal. Empero, esta falsa alquimia potenció la aparición de una alquimia puramente esotérica y espiritual, nei tan (內丹, alquimia interna), la cual bebió del taoísmo, del ying y el yang y de las teorías de los elementos. Teniendo en cuenta que yang era la energía positiva y creadora, y la ying la energía negativa y pasiva, la obtención de un elemento puramente yang será la clave para ayudar a la obtención de la inmortalidad. Si quisiéramos exponer un ejemplo, el oro alquímico sería el oro al que se le ha eliminado todo elemento yin. Aunque también existirán elementos naturales que por sus características yang, como el huevo de grulla o el caparazón de tortuga, el pino o los melocotones serán parte importante de las "dietas alquímicas".

Sin embargo, la filosofía de Lao Tsé también influyó en la percepción del ascetismo y los buenos actos como la única forma de purificación espiritual y ascensión hasta el estado de la inmortalidad.

Esta eliminación del yin y potenciación del yang ya no se tendrán que dar en los metales, sino en el interior del cuerpo humano. Siguiendo las teorías del Wu Xing o Cinco elementos, y creyendo que en el interior del ser humanos se encuentran los mismos, la activación de dichos elementos en el cuerpo permitirá completar su ciclo de renovación y por lo tanto la juventud y la salud. La manera más eficaz para esta activación será la meditación y el ascetismo, los cuales permiten acceder a las supuestas acumulaciones de cinabrio que se encuentran, según estas teorías, en el vientre y en el cerebro, y que reciben el nombre de tan-t'ien o dantian (丹田, literalmente, campos de cinabrio), y abrirlas para obtener la inmortalidad.

Existen tres zonas principales, Dantian superior (上丹田, shàng dāntián), en el cerebro; Dantian medio (中丹田, zhōng dāntián), en el pecho; y Dantian inferior (下丹田, xià dāntián, en el bajo vientre.

En las escuelas taoístas, incluso en las actuales, se explica que el cuerpo humano se convierte en un caldero en el que los Tres Tesoros, Jing ( 精, Esencia), Qi (精, Aliento, energía) y Shen (神, espíritu o divinidad), se cultivan con el fin de mejorar el estado físico, emocional y psicológicO, para alcanzar la unidad el Tao y ser inmortal.

En el S.II, La correspondencia de los tres o Cantong Qi es considerado el primer libro conocido sobre alquimia teórica o nei tan en China, del autor Wei Boyang. En dicha obra se trata acerca de la cosmología china, la filosofía taoísta y la alquimia, por lo cual fue obra determinantes en lo que a la alquimia interna se refiere. Su importancia queda de manifiesto cuando fue revisada y reelaborada en 1750 por Zhang Boduan, uno de los fundadores del movimiento neidan, creando la obra Wuzhen pian . Es decir, se consideraba aún como "vigente" más de un milenio y medio después. Empero Wei Boyang también mencionaba la creación de elixires.

Después encontramos del mismo autor el tratado alquímico, titulado Unión de las correspondencias separadas (ca. 142), analiza la creación por el alquimista, al que llama "artista", de píldoras y bebedizos medicinales para la inmortalidad, llegando a afirmar que con las mismas se puede conseguir que desaparezcan las canas y que salgan nuevos dientes. Estas píldoras serían oro fabricado a través de la transmutación del cinabrio. En otras palabras, al contrario de lo que parecía, no se había abandonado del todo la alquimia wai tan o práctica.

<<Puesto que hasta la hierba chii-seng puede prolongar su vida/ ¿por qué no tratas tú de poner el elixir en tu boca? / Por su propia naturaleza, el oro no se corrompe,/ precisamente por ello es la cosa más bella de todas. / Cuando el artista lo incluye en su dieta, la duración de su vida se vuelve eterna…>>

En el S III. encontramos un momento de gran expansión de la alquimia, tiempos en los que vivió el primer alquimista chino conocido documental y fiablemente, Ge Hong (también llamado Ko Hung). Este filósofo y alquimista vivió durante el llamado "Período de Desunión" de la historia de China, y sus tareas filosóficas se mezclaron con el intento de equilibrar cuestiones políticas y religiosas. Varias referencias de los alquimistas anteriores, como la mencionada Fang, provienen de sus recopilaciones. Entre otras cuestiones espirituales, trató el tema de la inmortalidad. Creía firmemente en la posibilidad de alcanzar la inmortalidad física, aunando los conceptos de xuan (玄, lo uno, como energía infinita, misteriosa y dadora de vida) con el dao (la realidad definitiva), de modo que la forma definitiva era dicha unidad eterna. Quienes podían reconocer y manejar el xuan estaban más cerca de la divinidad que aquellos que no. Es el primero también que menciona el oro y el cinabrio como metales perfectos, ya que soportaban el fuego transformándose y no desapareciendo, y menciona su aplicación "medicinal", insinuando que su ingestión promovía la longevidad y en perfecta administración, la inmortalidad.

La esposa de Ge Hong, Bao Gu, fue conocida por sus aplicaciones alquímicas en el entorno de la medicina. Llegó a ser llamada Baoxiangu, pues xian es una partícula que designa a aquello que es divino, es decir, lo inmortal. En este tiempo tenemos también Wei Huacun, alquimista espiritual taoísta, y el desarrollo de escuelas de monjas taoístas. De estos mismos tiempos es también Ge Xuan, alquimista y mago posteriormente deificado como "el Anciano Inmortal", del cual se dijo que alcanzó sus conocimientos a través del ascetismo.

Tao Hongjing, del S.V, fue un alquimista que aunaba en su figura tanto los estudios médicos como los religiosos y esotéricos, como la astrología, la adivinación, la geomancia, etc, que le fueron enseñados en el Monte Mao. Además, sus escritos taoístas contienen parte de la filosofía budista que proliferaba.

Pero seguir los rastros de la alquimia china desde este punto resulta más complejo, porque se divide aún en más ramas: la alquimia espiritual del taoísmo, la medicina, la alquimia del metal, las diferentes escuelas… Y sobre todo, porque la alquimia wai dan y sus elixires de la inmortalidad provocaron varias pérdidas importantes entre los miembros de la Dinastía Tang (S.VII). De esta época podemos repasar las obras médicas de Sun Simo (孫思邈), donde se mencionan como remedio médico excelente unos filtros llamados jinyi (金 液) con gran contenido en plomo y mercurio.

En el S. VIII, tenemos otro alquimista divinizado, Lü Dongbin, cuyos textos se incluyen en los cánones taoístas.

En el siglo X tenemos a la Maestra Geng, quien trabajó en el Palacio Imperial fabricando plata del mercurio y, según la leyenda, hasta de la nieve. También a Keng Hsien-Seng, quien según los registros dejados por el historiador Wu Shu, no sólo dominaba la alquimia de obtener oro, sino que asimismo controlaba espíritus. Zhang Boduan, por su lado, pertenecía a escuelas alquimistas espirituales, y acabó desarrollando su propia alquimia interna con elementos del taoísmo, el budismo y el confucianismo, "Las Tres Enseñanzas".

En el S.XII, Wang Chongyang se convierte en un modelo espiritual taoísta, que incluye a las meditaciones y gimnasias tradicionales de estos movimientos el celibato y la soledad como elementos que aceleran el alcance de la inmortalidad.

Ya en la época moderna, en el S.XVIII, encontramos al llamado "último alquimista", Liu Yiming, quien mezcla el taoísmo con el budismo, considerando que la inmortalidad espiritual se obtiene al alcanzar "la verdad celestial" (tianzhen天真), en otras palabras, el conocimiento supremo. La alquimia externa, como en la mayor parte del mundo, ha sido totalmente sustituida por la química moderna.

Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

-Eliade, M. Alquimia asiática. Paidós Orientalia, 1992

-Iñigo Fernandez, I.E., Breve historia de la alquimia. Nowtilus, 2010.

-Servier, J. (dir.). Diccionario del esoterismo, Akal, 2010.


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