Las brujas en la obra de Shakespeare: Macbeth y el contexto sociopolítico.
Un autor como Shakespeare, uno de los escritores más importantes de la literatura occidental, no pudo escapar de las creencias en la magia propias de su época. En su obra conseguía reunir las sensibilidades de la cultura popular al mismo tiempo que usaba referentes universales, propios de las tradiciones grecorromanas.
Aunque algunos autores recibieron formación intelectual, la mayoría de los autores del teatro "renacentista" inglés fueron autodidactas de modestos orígenes: Su predecesor Cristopher Marlowe moriría en una pelea de taberna, mientras que William Shakespeare se rodeaba de los personajes de los bajos fondos de Londres. Al ser hijo de un comerciante, se pudo permitir ser escolarizado aprendiendo sobre los clásicos además de la gramática latina, aunque no hay demasiada documentación sobre sus orígenes biográficos.
Era común en la época financiar estas obras por parte de la nobleza, para contentar al pueblo llano. Por ello, mucho del contenido iba dirigido como mensajes moralistas como altavoz hacia ellos, canalizando el malestar colectivo.
En 1642, se cerraron los teatros. En mitad de la Guerra Civil inglesa, se impuso su clausura por parte de los republicanos de Oliver Cromwell, que lo veían como un espectáculo frívolo en mitad de un conflicto bélico.
La mayoría de las creaciones de Shakespeare fueron dedicadas al rey Jacobo I y VI de Escocia, siendo este noble quien escribiese una obra contra las brujas (y el tabaco) a finales del siglo XVI, llamada Daemonologia. Trata temas como los hombres lobo y los vampiros, así como la nigromancia y otros tipos de magia negra.
El monarca participó directamente en los juicios de brujas de North Berwick, saltándose con la ejecución de un conocido hechicero en Escocia durante 1591:
Se cuenta que una de las acusadas, Agnes Thompson, realizaba misas negras con aquelarres de centenares de brujas. Supuestamente, acabaría originando una tormenta que dificultó las nupcias entre el rey Jacobo y su consorte Ana. Fue condenada cuando reveló conversaciones privadas durante la noche de bodas entre ambos, llevando a la paranoia al monarca sumándose a la caza de brujas.
Junto a ella, hubo otra confesión de una persona que realizaría un hechizo de amor a una vaca, por error. Este tipo de testimonios se daban bajo tortura, y no serían derogadas hasta mediados de nuestro siglo XX.
Como respuesta, Macbeth transcurre en Escocia con un incipiente monarca que debido a una profecía de unas brujas prediciendo su ascenso al trono, entra en una espiral autodestructiva por perder el poder que había conseguido.
Estas tres brujas encuentran su paralelismo con las moiras griegas Clotho, Láquesis y Átropos, cada una ejercía su rol en cortar el hilo de la vida con sus tijeras. Incluso se aparece la diosa Hécate.
Ser presa del destino es un tema recurrente en la tradición grecorromana, siendo en Hamlet un fantasma quien realiza profecías autocumplidas de los hechos que transcurrieron en la trama, siendo el conflicto cómo los personajes intentan escapar del mismo.
En tricolón, las tres brujas introducen el conflicto en el corazón de Macbeth, haciéndolo dividirse entre la lealtad y su ambición por ser rey convirtiendo esta duda en profecía autocumplida al final de la obra.
<< ¡Salud, Macbeth! ¡Salud para ti, thane de Glamis!" //"¡Salud para ti, thane de Cawdor!" //"¡Salud, porque serás rey después de éste!>>
En el resto del Acto I, usan limericks como canciones infantiles con onomatopeyas a modo de hechizos, así como poner en un caldero << la piel de la víbora, la lana del murciélago amigo de las tinieblas, la lengua del perro, el dardo del escorpión, ojos de lagarto, músculos de rana, alas de lechuza…>> o "matar cerdos" para transmitir la otredad asociada a este colectivo. Se mencionan asimismo ingredientes típicos de las acusaciones y de la complejidad de los grimorios, entre la fantasía y la realidad: << escamas de dragón, dientes de lobo, humor de momia, estómago de voraz tiburón (…) hígado de judío blasfemo (…) ramas de tejo cortadas en noche de eclipse lunar, (…) dedos de niño estrangulado por su madre al nacer y lanzado a un pozo… >>
La aparición de lo sobrenatural en Macbeth hace que se haya convertido en una suerte de maldición, solo con mencionar su nombre en mitad de una producción teatral. Ciertos accidentes y tragedias rodean la obra, como el incendio del propio Globe Theatre de Shakespeare en 1613 o la tragedia del Astor Place en 1849, que enfrentaría a los partidarios FORREST vs. MACREADY en pleno conflicto entre británicos y americanos.
La maldición de "Macbeth" se remonta a su propio estreno, donde la muerte de un actor que interpretaría a Lady Macbeth, apuñalado con dagas reales en lugar de atrezzo, llevó a que Shakespeare asumiera el papel. Además, el rey prohibiría la obra poco tiempo después debido a los conjuros que en ella aparecen.
En 1947, el actor Harold Norman murió en escena, y su supuesto fantasma se dice que aparece en el mismo teatro cada jueves.
En 1942, varios actores murieron y el diseñador de escena se suicidó.
En 1953, una representación acabó en incendio.
En 2013, Kenneth Branagh hirió accidentalmente a un compañero de reparto.
La Royal Shakespeare Company tiene un ritual para evitar la mala suerte si alguien pronuncia la palabra "Macbeth" dentro del teatro, que implica salir, dar tres vueltas, escupir, maldecir y luego llamar a la puerta para entrar nuevamente. La leyenda de la maldición persiste, marcando tragedias y percances en representaciones a lo largo del tiempo.
Hay quien se aventura a especular que Shakespeare pudo haber utilizado prácticas prohibidas en la escritura de estas escenas, su interés por lo oculto se acentuó con una de sus últimas obras llamada "La Tempestad" donde aparece el mago Próspero. Usando su magia desea encontrar venganza, sin embargo es mediante valores cristianos como el perdón donde alcanza su liberación.
Le acompañan Ariel, ser sobrenatural capaz de manipular situaciones a su antojo, y Calibán, representando a las tribus originarias de Latinoamérica con un conocimiento telúrico sobre la naturaleza de la isla y de los espíritus que la habitan.
En su obra "Caliban y la Bruja" la autora feminista Silvia Federici realiza el paralelismo de cómo las estructuras coloniales han afectado a la opresión de estos sujetos, despojados de los conocimientos propios medicina que no entraban en los nuevos marcos de la producción industrial ni en el racionalismo modernista.
Hay otras obras que incluyen brujas que no llevan el malditismo asociado por el momento histórico, como el Fausto de Goethe dentro del movimiento artístico romántica:
Desilusionado con su vida académica, Fausto hace un pacto con el diablo, Mefistófeles, en el que intercambia su alma por un conocimiento ilimitado y experiencias mundanas. En la noche de Walpurgis, participan en rituales cargados de simbolismo, representando de manera surrealista como se trascienden los límites humanos.
Por tanto, William Shakespeare sería un reflejo de las tensiones sociopolíticas y culturales representadas en el "teatro del mundo" que llevaron a nuestra edad contemporánea, amalgamando supersticiones junto a la crítica social, la historia y la literatura.
Nuria Acquaviva - nacquavivaps@gmail.com
Bibliografía:
- Castilla Gómez, M. Las brujas y otros seres fantásticos en la obra de W. Shakespeare. Universidad de Sevilla. Comunicación nº 5, 2007 (pp. 347-360)
- Greenblatt, S. "Shakespeare Bewitched", en New Historical Literary Study: Essays on Reproducing Texts. Representing History, Princeton, Princeton UP, 1993 (pp.108-135)
- Klein,
R.W. Brujas, magos y hechiceros. Ed.
Imaginador, 2004.
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