Rituales de Imbolc, la fiesta de la luz (1 y 2 de febrero)
Entorno al 1 y 2 de febrero tienen lugar desde hace siglos celebraciones que tienen en común el primer despertar de la naturaleza y el uso de la luz. En estas fechas, las hembras de los animales comienzan a generar leche para sus futuras crías, lo que hace que sea también el momento ideal para los seres humanos para obtener leche, mantequilla, queso... El nombre celta de Imbolc tiene una estrecha relación con ese hecho, ya que, según una etimología, provendría de una palabra celta irlandesa, Oimelc, que significa "leche de oveja". Otra posible etimología es i-mbolg, "ombligo", haciendo referencia a los vientres hinchados de los animales, o al propio vientre de la diosa como futura madre.
Hay que pensar en el duro invierno que sufrían los antiguos, y en cómo notar pequeños cambios eran grandes noticias, la luz al final del túnel. Tradicionalmente, en estas fechas se encendían farolillos y velas, que se ponían en las casas, ventanas y puertas, no sólo para ahuyentar a los malos espíritus, sino como un recuerdo de comunidad y de regreso a la vida, incluyendo a los difuntos. Aunque de forma ligera, en el hemisferio norte se nota que el sol tarda más en ocultarse, es el sol renaciendo tras el invierno. Pero aún quedan tiempos fríos, por lo que encender fuegos y hogueras para impulsarlo no está de más.
En la Antigua Roma, Februarius era un mes de Purificación, en el que entre otras cosas, se celebraban las Parentalia, una festividad destinada a honrar a los difuntos. Cerca del 14 de febrero se celebraban también las Lupercalia, que si bien se han asociado a San Valentín, tenían, curiosamente, rituales relacionados con el sacrificio de una cabra y la limpieza del cuchillo ritual con su leche. Al otro lado del mundo, los aztecas celebraban una fiesta de resurrección de sus muertos. Por otra parte, tenemos la Fiesta de la Candelaria el 2 de febrero en el mundo cristiano católico, cuyo origen parece estar en el camino de velas y procesión que se realizaban en Jerusalén hacia el Santo Sepulcro. Más tarde se asociará con la presentación del Niño Jesús en el Templo, o visto de otro modo, la presentación de la Luz divina.
Con todo, la tradición celta es de la que más bebe Imbolc y todo el mundo neopagano. La diosa Bridgit (celt. brigh, brillar) era patrona del fuego y de la naturaleza. Encima de su cabeza tenía una llama perenne que le otorgaba también claridad de pensamiento, pureza y conocimientos ocultos. Tenía territorios agrestes como santuarios, y poseía pozos sagrados, curativos. Se cree que existía un sacerdocio femenino dedicado a esta diosa y a la conservación de llamas sagradas, como ocurría con las Vestales, y como luego tuvo lugar en varios santuarios cristianos, como el de Kildare (Irlanda), donde grupos de religiosas guardaban celosamente fuegos sagrados.
Esta diosa fue sincretizada en el cristianismo con Santa Brígida. Nombrada así precisamente por la diosa celta, está mujer irlandesa fundó muy joven un centro religioso, según la leyenda, a la sombra de un roble en Kildare donde se rendía culto a Bridgit, y donde se custodiaban llamas sagradas. Aunque evidentemente este centro religioso y todos los que siguieron eran cristianos, la idea de la figura femenina frente a un santuario de luz continuaba. Hay historiadores que consideran que la figura de Santa Brígida pudo ser una invención para eliminar a la diosa, o bien, que se basa en una druidesa conversa al cristianismo. Sea como fuere, gracias a compartir el nombre de han compartido y conservado también más fácilmente las tradiciones antiguas.
Según C.F.Neal (2015), Imbolc es una celebración que, en realidad, debería ser más recogida y familiar, dado que se trata de una etapa de reflexión y el clima aún no es atractivo para actividades externas. Esto coincide sólo en parte con algunas de las tradiciones conservadas, ya que actividades como la danza de las cintas, procesiones con velas o salir a contemplar las primeras flores y brotes son actividades que aportan más en grupo. Empero, vamos a encontrar también muchas cosas que están claramente pensadas para realizarse en el interior de los hogares o en solitario.
Iniciaciones
Este autor también recoge que esta fecha es la más propicia para las iniciaciones, sobre todo las femeninas, aunque esto ha causado algunas disputas entre los distintos grupos de neopaganos y wiccanos, por cuestiones de inclusión de género.
En cualquier caso, puede ser la introducción a un culto o sencillamente a un aquelarre o grupo. Debe ser una transformación a nivel espiritual. Será un paso "de la oscuridad a la luz", que puede producirse mediante el uso de un manto que cubra la cabeza del iniciado o iniciada hasta ser consagrado o ritualizado y "ver la luz". En caminar por lugares oscuros portando una vela, o a través de gestos como ser la primera persona en presentarse a la diosa Bridgit y realizar una ofrenda. Hay grupos neopaganos en Irlanda que aseguran ser continuadores del cuidado de las llama sagradas, siendo esta revelación y misión la introducción al coven. Otros grupos ven las llamas como una luz espiritual a nivel mundial, de la que deben ser custodios.
Algunas de estas "iluminaciones" también pueden hacerse de forma solitaria, como puede ser preparando un altar.
Ante el altar o en las procesiones, pueden recitarse cánticos y oraciones que hagan referencia a los mitos de Bridgit, o al Renacimiento del Dios del vientre de la Diosa.
La Cruz de Bridgit
Un elemento característico de Imbolc es la llamada Cruz de Bridgit (Bogha Bríde). Se trata de una cruz trenzada con juncos o cuerdas, que forma cuadrados concéntricos, y cuyos extremos están atados. Por su manufactura, se ha remontado su origen a la tradición celta, ya que existen muchas versiones de cruces trenzadas, entre ellas, una de tres brazos, que recuerda a un trisquel, y otra como "rueda solar".
La Cruz de Bridgit tiene una versión cristiana, en la cual Santa Brígida tejió esta cruz para narrarle la crucifixión a un pagano moribundo, quien finalmente deseó ser bautizado.
Estás cruces se tejen en la víspera de Imbolc y la noche del 31 de enero al 1 de febrero se dejan fuera de la casa, al aire libre, para que queden bendecidas por la magia de esa noche. Al día siguiente la cruz de Bridgit ya puede colgarse en puertas y ventanas para proteger la casa de todos los males. Cada año, esta cruz es sustituida por una nueva y quemada ritualmente para eliminar todo lo malo que haya absorbido.
Muñecas de maíz/trigo
Con cuerdas o tiras de la planta del maíz o trigo se realizan también muñecas, a la manera tradicional, que pueden usarse como pequeños ídolos de la diosa o quemarse también. Hay quienes las visten y las conservan, y quienes meten deseos en su interior, para comprobar al año siguiente si se cumplió o quemarlo para que su petición llegue a los cielos.
Para algunos, no obstante, representa a Cailleach, la anciana reina del invierno. Se dice que Cailleach es un espíritu mayormente benéfico, protectora de los animales en el invierno, y su relación con Bridgit varía, ya que en los mitos celtas puede ser una bruja que la mantiene encerrada, una hechicera que le enseña, e incluso hay versiones en las que es la propia Bridgit, quien rejuvenece con la llegada de la primavera. No en vano, recordemos que en el mundo celta, del que la Wicca toma mucho, también existían trinidades y diosas triples, como podría ser el caso de una Bridgit anciana, madre y joven.
Bailes en círculos, pozos, cintas
Como ya se ha dicho, Imbolc es una fiesta que puede celebrarse en solitario o en compañía. Los colores ideales para vestir en ese día son el blanco, el amarillo, el naranja y el rojo, y también rosas o violetas claros. La idea es representar la nieve, la luz, el fuego y los primeros brotes. Si se tiene un lugar sagrado o santuario al que acudir, se puede realizar una pequeña procesión con velas, ya sea personalmente o en grupo. Esto también se hace para purificar espacios, como puede ser una casa o una finca.
Si hay hogueras o se crean círculos de velas, bailar alrededor es un clásico de las celebraciones paganas.
Los pozos, consagrados a Brigit, se adornan con flores y cintas, se piden deseos a su alrededor mientras se baila, se tiran flores o se saca agua para utilizarla para aspersiones sobre los asistentes, o para utilizarla en la purificación del hogar. Sin embargo, en la actualidad es difícil para la gran mayoría encontrar un pozo de agua limpia, por lo que se acepta ritualizar agua a la luz de la luna la noche anterior y "representar" el pozo haciendo un círculo de velas, plantas o minerales alrededor del recipiente con agua.
Scott Cunningham (2008), propone recoger, si es posible, la nieve que aún quede en el campo o la mañana, y derretirla para usarla en la creación del círculo mágico o para purificar las casas, personas y objetos, como agua bendita.
Aunque es más común en Beltane o las fiestas de Mayo, en Imbolc también hay grupos que preparan los llamados "bailes de cintas", muy comunes en el folclore. En ellos, varias cintas de colores son atadas de un palo alto y se van girando por turnos, hasta trenzarlos. Como esto también es complejo de realizar en la actualidad, muchos practicantes optan por trenzar cintas individualmente, que se utilizan después para decorar las casas o como pulseras que llevar hasta las fiestas de Ostara y/o Beltane.
Velas
La luz es importante en estas fechas, por lo que las casas se adornan con muchas velas en las mesas, puertas y ventanas. Para algunos neopaganos, es el momento más propicio para fabricar velas sagradas para todo el año, o por lo menos aquellas que puedan considerarse más importantes (peticiones concretas, las fiestas de la Rueda del Año, etc)
Los colores recomendados para las velas de Imbolc son el blanco, el rojo, el naranja y el amarillo, por simbolizar la nieve y el fuego. En las velas rituales que se enciendan esa noche pueden escribirse los deseos y peticiones, y pueden consagrarse mojándolas en leche o miel, o en aceites de flores como la lavanda.
Estas velas pueden usarse también para meditar sobre Imbolc y Bridgit, reservando un momento de esa noche para observar la llama a oscuras y reflexionar sobre la luz y el calor, la vida..., así como solicitar la inspiración intelectual o artística, o visualizar objetivos. Si es posible, además de velas puede encenderse un tronco en la chimenea o una hoguera para festejar; en su defecto, quemar algo en el caldero, que en la Wicca simboliza el vientre de la Diosa.
Rituales y ofrendas de Imbolc
Los objetos, alimentos y ofrendas de Imbolc suelen ser de los mismos colores que se han mencionado antes. Por ejemplo, flores blancas, velas naranjas, manzanas rojas, curry en polvo...
La leche simboliza la fertilidad, y la lactancia de las madres. Se utiliza para purificar algunos objetos, sacralizar velas, o incluso darse baños con algún jabón que tenga leche o yogur como ingrediente.
Se pueden realizar ofrendas a Bridgit o a la Naturaleza realizando libaciones de leche en la tierra, así como preparando alimentos que contengan leche o sus derivados (yogur, mantequilla, queso...) que se consuman en la celebración. Panes de leche, galletas de mantequilla, postres con nata o leche condensada, natillas, platos con crema agria...
La miel también se utiliza para las velas y los alimentos, sin embargo, resulta incómoda para otros usos. Leche con miel o galletas de miel son una buena ofrenda para el altar.
Las plantas que conservan sus flores o comienzan a brotar en invierno son apreciadas para esta festividad, y funcionan como excelente decoración. Flores como la caléndula o la camomila son ideales por sus colores, y también en infusiones relacionadas con los ciclos menstruales.
La lavanda se utiliza para momentos de meditación, y en jabones o inciensos para purificar. Las flores y ramas de plantas prematuras, como el almendro (si han florecido para entonces, porque normalmente se atrasan hasta finales de febrero) se valoran para decorar y usar la madera para quemar o como varita. Las flores de pascua, si aún conservan su color rojo, también son una buena decoración, así como frutos del acebo.
La fruta, que contiene las semillas, es también un buen símbolo de fertilidad y "embarazo". Consumirla es otra buena forma de honrar esta fiesta. También se realizan guirnaldas con palos de canela y rodajas secas de naranja y limón. La granada, cuya temporada está terminando en estas fechas, es un símbolo de fertilidad y fortuna por la gran cantidad de semillas que contiene. Puede ofrendarse en el altar, comerse y realizar hechizos con ella. Por ejemplo, pedir deseos mientras se consumen sus granos, o separar un número impar de ellos y secarlos para llevarlos en un saquito todo el año.
Es común la preparación de bebidas calientes de leche con miel y canela, o con algún toque cítrico, así como zumos naturales de manzana, naranja, granada... También se hace uso de las semillas, pudiendo plantarlas en estas fechas, con o sin deseos en la tierra; asimismo, se utilizan en recetas de panes y platos de verduras de temporada. Las semillas no deben quemarse con el resto de ofrendas, en todo caso deben esparcirse en el campo para las aves y otros animales. Lo mismo se hace con los frutos secos.
Purificar con fuegos o inciensos, aceites
Imbolc coincidía, en parte, con los ciclos lunares, y por lo tanto, con un inicio de ciclo (como ocurre, por ejemplo, con el Año Nuevo Chino). Aunque tenga asociada la fecha fija del día 1 de febrero, se considera igualmente un reinicio de ciclo, y que lo que no se logró desde Yule pueda volver a intentarse. Por eso en estas fechas se vuelve a limpiar la casa y se queman hierbas y otros objetos mágicos que no se pudieran quemar en Yule (por ejemplo, puede quemarse el muérdago o papeles con deseos, si no se hizo en diciembre).
Además de otra limpieza general, es frecuente el uso de inciensos para purificar las casas, rodeándola en el interior (y si es posible en el exterior) para que el humo del incienso la limpie ritualmente para prepararla para el nuevo ciclo. También se inciensan las puertas y ventanas. Hay quienes encienden incienso en un caldero o plato grande y "se lavan" con el humo, dejan que humo del incienso pase por sus manos y su cara.
Es un momento propicio para incensar y ritualizar las herramientas rituales y mágicas, incluyendo runas, varitas, mazos de tarot, tapetes y sobre todo las piedras de los colores asociados a estas fechas (por ejemplo, cuarzo rosa, cuarzo citrino, ágata blanca, cornalina...)
Adivinaciones
Con el agua y la luz hay muchas formas de adivinación. Puesto que Bridgit se considera una diosa inspiradora, e Imbolc un tiempo de reflexión, este momento es idóneo para evaluar cuestiones futuras. Para ello se puede recurrir a la lampadomancia o adivinación mediante el movimiento de las velas (si se mantiene recta o se agita), y a la hidromancia (observación del agua o de las formas que aparezcan si echamos algún aceite o cera).
Asimismo, se pueden observar los reflejos de la luz en el agua, o nuestra propia imagen, como si fuera un espejo. Verter semillas, hierbas o la piel entera de alguna fruta sobre agua y observar las formas que se producen es otro sistema sencillo, al igual que la taseomancia.
Otra posibilidad es la adivinación mediante el humo, a consecuencia de quemar inciensos o hierbas en un caldero, o incluso la propia cruz de Bridgit del año anterior, observando la velocidad y dirección del humo o las formas que aparezcan.
Por supuesto, es un momento propicio también para cualquier otro tipo de adivinación, que intenta centrarse sobre todo en los reinicios y en la planificación de nuevos proyectos.
Los más atrevidos se despiertan voluntariamente en la madrugada y e incluso salen al exterior para realizar adivinación con el amanecer y el canto de los pájaros. Cuanto más canten, más propicio será ese nuevo ciclo.
Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
-Cabot, L. Mills, J. Celebrate the Earth: A Year of Holidays in the Pagan
Tradition. Delta book, NY. 1987.
-Cunnigham, S. -Wicca: una guía para la práctica individual. Arkano Books,
Madrid, 2008
-Neal, C.F. Imbolc: Rituals, Recipes
& Lore for Brigid's Day. Llewellyn Worldwide,, 2015
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